viernes, 19 de octubre de 2018

Cien años de Rita Hayworth. La dama de Shanghái.



El miércoles 17 de octubre se celebra el centenario del nacimiento de Rita Hayworth, cuyo verdadero nombre era Margarita Carmen Cansino, nacida en un pequeño pueblo de Santander (Colombia) y no en México, Estados Unidos o España como aducen otros historiadores.


Cada quien tendrá su película favorita, pero qué duda cabe que entre las siguientes siempre se le recordará. La primera quizá es Gilda en 1946. Por fin Hayworth imponía sus criterios sobre el cine que quería. Su siguiente trabajo fue La diosa de la danza, en la que personificó a Terpsícore, la musa del Olimpo laboriosa al baile, y justo después La dama de Shanghái, de y con el genio Orson Welles.
El cineasta Welles instó siempre en hablar de ella así: “En la vida, tiendo a olvidar lo peor de los malos momentos. Pero en tus propias películas, los malos momentos son inolvidables. Por ejemplo, la primera escena del parque: cuando pienso en ella, me estremezco. Toda la secuencia es insulsa.”. Welles se refiere a la cinta La dama de Shanghái.
En la mítica cinta Gilda, Rita realiza verdaderamente su primer papel de femme fatale. La maldad de Elsa Bannister no es fingida, sino la única forma de subsistir en ese nido de víboras que nos exponen (una fascinante revelación de Rita en un primer plano de su cara, fotografiado por el oscuro atisbo de Charles Lawton Jr.)
Para lograr dicha metamorfosis, Orson Welles da “una vuelta más de tuerca”, por poco un sacrilegio: cortar su célebre cabellera pelirroja y teñirla de un color rubio platino. Con estos cambios y la mano maestra del controvertido cineasta y marido, Rita Hayworth hará a mi parecer una interpretación de altura.
La película es un "film noir" único. El cineasta consigue crear una atmósfera perversa, aciaga y turbia, apoyándose en una buena fotografía, una música turbadora, unos ambientes cargados de enigmas y por supuesto unos protagonistas sombríos, quienes prodigan comentarios.
A la larga y en su ideología, el filme “habla” de la sutileza de la verdad, el disfraz de las intenciones y la manipulación de los individuos, en imágenes y sonidos velados eufemísticamente. Y es que las turbaciones de chantaje y peligro, se fortalecen con tomas elevadas, generando así ideas turbadoras.
Para desdicha de nuestra amada Rita (o Margarita), su alzhéimer fue categórico en 1980, y por eso apareció en malas condiciones en muchos momentos en público, ante la prensa y en los sets de rodaje. De sus últimas películas sobresalen La ruta de la Salina, y la última: La ira de Dios. Atendida por Yasmin (su segunda y favorita hija, fruto de la unión con el célebre príncipe Alí Khan), la actriz falleció en la ciudad de Nueva York el 14 de mayo de 1987. 

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Gonzalo Restrepo Sánchez