Con base en lo anterior,estamos pues ante un trabajo sin rodeos de Juan Sebastián Quebrada, con algunos planos secuencias bien logrados en la dramática expresión de odio o amor, dependiendo de como amanezcan los personajes. Muchas lecciones deja este trabajo a los cineastas contemporáneos colombianos, que no hay que olvidar a los personajes.
De manera que este estilo provocador y subversivo experimento, nos lleva de pronto con alguna pincelada al grupo Dogma. En el sentido,y hay que aclararlo, buscando verdades a través de la anarquía. Y como de pronto estoy comparando mucho, la chica del filme colombiano, la actriz Luna Acosta, será para nuestro continente de América Latina, Charlotte Gainsbourg. Por una razón fundamental, traduce todos nuestros recovecos del alma.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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