Hay películas
que para disfrutarlas mejor, es preciso conocer la filmografía del cineasta. Este
es el caso de la obra del director
francés Jean Baker, con una tendencia a la
exaltación propia del ser humano (aunque nada de lo humano me es ajeno, según
Fromm). Este tipo de cine resulta interesante, ya que acorde su estatus, su
sentido común brinda la oportunidad de no salir de su zona de confort y ver qué
pasa.
En este su reciente filme, en clave de comedia
lo enfatiza, aunque un poco teatral a mi juicio, ya que ambientada en un alto
porcentaje en la habitación de un hospital, el protagonista se recupera de un
accidente y se recupera de su propia cotidianidad. Vuelvo a lo de su zona de
confort.
Es que solo baste recordar su cinta “Conversaciones
con mi jardinero” (2007) o “Mis tardes con Margueritte” (2010),
para concluir que las conversaciones con los contertulios de siempre, asimismo
nos permite descubrir ciertas deterioros cotidianos del ser humano.
Gonzalo
Restrepo Sánchez
Visite:
www.elcinesinirmaslejos.com.co