Una nueva cinta
colombiana en el ámbito nacional, sobre el tema del narcotráfico pero en clave
de comedia. Visto así el asunto, este trabajo cargado de boyacos, intenta
aproximarse sin éxito a un estilo de comedia negra, de pronto.
De todas formas, una
comedia de escasos gags, pero de diálogos
que quieren hacer reír. De todas formas este filme deja muchas lecciones
a los que quieren hacer comedias. Pero qué se puede decir de ese género. En la
serie de televisión “The office” (2005), Ricky Gervais sentenció: «Comedy is a
place where the mind goes to tickle itself» («La comedia es donde la mente va a
hacerse cosquillas a sí misma»).
Brillante idea si
entendemos que al cerebro le gusta que le cuentes historias. Todo el mundo ama
la comedia, pero la comedia no gusta a todo el mundo. Así que el gag, el
slapstick, el doble sentido, la inteligencia, los asteísmos, el chiste fácil o
la idiotez: el sintagma cómico para evocar como elipsis lo deseado, a veces su
efectividad no resulta lo mejor. O no se pupo hacer con toda la gracia y no
pensar en el cliché.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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