Y es que la fama (gran efluvio para los actores), representa a la larga la determinación de querer seguir siendo eso: un actor o un personaje donde el público es el que siempre señala.
Ahora, director del filme lo cuenta con un ritmo tan lento (propio de Olivier Assayas), que por momentos desespera. Súmele a todo esto, el largometraje en que se suceden los hechos. Cine francés pues en ese estilo característico de las elucubraciones sobre los deseos del alma. Y es que a la larga hay que ver la vida con los ojos de Demócrito.
De Binoche siempre resaltar su alto nivel interpretativo. Una actriz que siempre encarna papeles que dejan huella y que sobre todo, aquellos que invitan a reflexionar hacia donde se quiere llevar la vida personal y profesional.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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