jueves, 28 de mayo de 2015

Mandariinid (Tangerines)


Esta modesta película de Estonia, tiene uno de los mensajes para zonas en conflictos en el planeta. Y es que a través de la metáfora de Ivo y dos "amigos-enemigos", nos revela como la convivencia y la distensión resultan a ser a la postre, el mejor antídoto para vivir en paz. De todas formas, el cineasta recrea un bello mensaje en una puesta en escena cargada de quietud en un paisaje frío, pero que envuelve toda la atmósfera de una región como Ucrania.

Si bien este tipo de historias en su contexto general ya han sido llevadas al cine ("No man´s land", de Danis Tanovic, por ejemplo), bien por este cineasta Zaza Uroshadze, un desconocido en nuestro medio, que conmueve a través de unos personajes que resultan a la larga de agrado al espectador. La idea no es en esta oportunidad que "al amigo hay que tenerlo cerca y al enemigo más cerca", sino el sentido pacifista y la neutralidad de espacio, para revelar que todo puede ser cuando se quiere la paz.

También a la larga se concluye que todo lo origina el asunto político, que los seres humanos lo único que quieren es ser feliz. De manera que el cineasta estonio mediante cierto sentido del humor y un guión cargado de buenos diálogos, aquellos que nos revelan además, que en su momento "el silencio es un amigo que jamás traiciona".

Gonzalo Restrepo Sánchez
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