Una interesante
película húngara que con mucho academicismo (en una correcta ortografía cinematográfica)
abarca a través de dos hermanos gemelos, la metáfora de dos conciencias cuando
de establecer relaciones con la familia y en entorno se trata. Podríamos que
dos espejos del alma para señalar con una cámara “tímida” a veces, además de
los horrores de la guerra, las relaciones familiares parecen estar ocultas por
sentimientos de abandono.
Pero también podríamos
hallar otra lectura sobre las almas salvajes. Y es aquí donde quizás el
cineasta húngaro Szász pone su sigilo en dos hermanos que poco se dejan persuadir por
el entorno, manejando ellos la propia realidad sobre las mezquindades.
Ese podría ser a la
larga el corazón de esta cinta, mezquindades del ser humano en todas sus
etapas. Y es que los niños, la abuela, la madre, “La boquineta”, los soldados,
todo, revelan que a la larga el ser humano no es más que eso: ¡Un pobre ser
humano! En un callejón si salida, pues todo conduce a la muerte.
Gonzalo Restrepo Sánchez
www.elcinesinirmaslejos.com.co