Inspirada en la obra de
teatro homónima de Broadway, este es un filme (independiente) cargado de diálogos
(excelentes), pero que no devela propósitos de la trama, aunque de pronto de
personajes rodando por las disquisiciones moralistas y de compromiso con uno
mismo.
En este sentido, el personaje
Tobi, caracterizado por Stewart, le llega como anillo al dedo, pues su
apariencia, refleja (a veces sin mucho diálogo) lo que realmente es. Un ser
solo, abandonado y con pocas posibilidades de vivir acompañado, aunque en el
fondo el personaje se siente contento consigo mismo. Historia muy para el
lucimiento de actores con el método de Stanislavsky, en el sentido de ser a la
larga uno mismo.
Así que “Match” es una
historia es por momentos aburrida, cómo sus personajes, que andan buscando
tonterías de la vida, cuando se puede obviar muchas necedades y ser feliz. ¡Qué
difícil nos cuesta ser feliz!
Gonzalo Restrepo Sánchez
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