Basinger interpreta a María,
una mujer que tiene todo excepto lo que más desea: un hijo. A partir de esta
premisa, la historia devine con un ritmo pobre, pues cuando debe la historia “aprehender”,
no lo consigue, y cuando lo consigue, no tiene funcionalidad cinematográfica.
Pero esta historia, que
habla de realidades en algunas zonas de Europa respecto a la prostitución y
niños desamparados, es una vez más la historia que se repite: Un problema que
no se podido resolver en una Europa globalizada. Parece ser que el ser humano
está destinado a su propia maledicencia. En este sentido ha historia podría
verse, pero en el fondo algo no funciona. Tal vez lo apacible de la cámara de
su cineasta (danés).
De todas formas, Kim
Basinger (después de mucho tiempo) retoma su carrera y luce en esta
oportunidad, serena y capaz de dar credibilidad a cualquier personaje. Además,
de eso se trata.
Gonzalo Restrepo Sánchez
www.elcinesinirmaslejos.com.co