Eric
Lartigau en esta oportunidad nos muestra sin rodeo alguno, cómo los hijos deben
tomar su alas y "volar" en busca de sus sueños. Infortunadamente los hijos
no nacieron para vivir pegados a los padres. en este sentido no debemos ser
egoístas, y eso al final los padres del personaje de Paula de 16 años, lo
comprenden.
Además todo
se adereza con la música. Y es que "La vida sin la música es un
error". De manera que sin caer en el cliché, los actores resultan cómodos
a los ojos del espectador, en el sentido de los afectos a los hijos y el
sentido de la familia. Película pues que si bien juega con los
sentimientos de los espectadores, también es cierto, que el criterio natural de
las escenas (por momentos creyendo que es verdad), nos sentimos algo tristes
(pero pasajero, claro).
Ya lo decía
José Saramago: "Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso
intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar
nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y, de nosotros,
aprender a tener coraje.
Gonzalo
Restrepo Sánchez
Visite:
www.elcinesinirmaslejos.com