sábado, 31 de enero de 2015

BOYHOOD



Excelente película sobre las relaciones entre padres e hijos a lo largo de una década. Y es que el mensaje es claro, siempre que haya amor (a pesar del divorcio entre los padres, y las discusiones, acuerdos y desacuerdos), todo parece que no sucediera. Esto en el sentido de  no afectar las relaciones.

Pero también y visto desde otra perspectiva, es una evocación a los recuerdos. "Ordinary people" que construyen sus proyectos de vida inmediatos, sin dejar de lado los afectos y el encuentro sincero con uno mismo (es que hay gente que no lo es). De manera que este es un filme, donde uno se identifica en cualquier momento con alguien o con algo. Con el ítem que evidentemente uno se labra su propio destino siempre bordeado de amor y con amor.

Excelente mensaje pues de esta cinta que invita a los valores personales en medio de tanta crisis existencial. Aunque el filme no toca ese tema, sino que propone la fuerza y el coraje para amarse uno mismo y amar a los demás (especialmente nuestros padres, aunque estén separados). Película pues altamente recomendada, para aquellos que piensan que la vida es un mar de lágrimas. Esta película es la que le puede quitar el Oscar a "Gran hotel Budapest", como la mejor.

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Gonzalo Restrepo Sánchez