sábado, 19 de julio de 2014

TO SIR, WITH LOVE


Volver a visionar esta película después de tanto tiempo, tiene implicaciones importantes en el mundo de la adolescencia y la enseñanza en los años sesentas. De todas formas rescataría de la lectura un par de ideas fundamentales hoy día. La primera y gran lección quizás es la de quien no forma de la solución forma parte del problema.

Esta idea se entiende además, cuando cuando el profesor Mark (Sidney Poitier) le dice al estudiante que le pida disculpas al profesor (le había golpeado), pero que no lo hiciera por temor. aquí queda claro el asunto de perdones y olvidos. otro aspecto es la calidad de Poitier para quienes aun no han tenido la oportunidad de observar en la pantalla a este actor, cuyo rostro en fracciones de segundos revela su interior más profundo.

Película pues recomendada a todo el mundo. De los problemas de la enseñanza de aquellos tiempos a los nuestros, es que el estudiante se arma con una pistola y dispara quien quiera, pagando justos por culpables.

Gonzalo Restrepo Sánchez
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