Por eso el filme engancha con el público expectante por lo que puede ocurrir ante el acoso permanente de un conocido delincuente del barrio a Jorge y su familia. Y es en este contexto donde se desarrolla el filme, y es que "tanto va el agua al cántaro, hasta que...". De manera que esta cinta con un tono de thriller, interesa en la medida en que todo el mundo se plantea hasta donde puede llegar el hombre cuando se agota su paciencia.
Buena película que atestigua el buen momento que atraviesa el cine chileno. No existe festival de cine del mundo, donde se premie un filme chileno. La fórmula puede estar en eso: no buscar premios, si no contar historias".
Gonzalo Restrepo Sánchez
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