Con la dirección y guión de Remy Bezançon, los créditos de esta bella
película están encabezados por Jacques Gamblin, Zabou Breitman, Déborah
François, Marc-André Grondin y Pio Marmaï. Una historia que brilla precisamente
por la sencillez y nos cuenta en forma de crónica la vida de Robert y Marie Jeanne Duval y sus tres
hijos.
Más allá de los conflictos y
relaciones entre los miembros de una familia, esta cinta es la metáfora visual
sobre las experiencias, afinidades y oposiciones de los gustos por los estilos de vida familiar
y personal. Ya lo decía el abuelo a uno de sus nieto, quizá el que más escuchaba de la
familia: “En el paladar se notan las uvas bien maduras”, como la sentencia a madurar
la vida para valorarla mejor.
¿Qué “La vida no es un largo río tranquilo”? Parafraseando el filme del
francés Etienne Chatiliez? ¡Por supuesto! Además, el cineasta italiano Ettore
Scola ya nos planteaba en su filme “La familia”, la estructura de la familia
desde el punto de vista de las relaciones entre las partes de un sistema de
afectos constitutivos. Esa “estructura”, se refiere a cómo los miembros de la
familia están relacionados y brindan significados más allá de las mismas
situaciones cotidianas —Fleur (Déborah
François), una adolescente fan de Kurt Cobain, deseosa de perder la virginidad
y en permanente guerra con su madre—.
A la larga, son contextos que terminan por unir, que se repite, que
delimita, que define relaciones y articula espacios —el rockero y soñador
Rafael, hijo menor de la familia—. Es un “cuerpo” dentro de la entidad familiar,
a la larga el esqueleto. Es una forma que se hace presente en diferentes etapas
y períodos vivenciales. No es el entorno, ni su demarcación, es el diseño
interno en relación afanosa por la vida y la muerte.
Soy un convencido que este filme refleja en mayor o menor grado, lo que
ocurre en nuestras familias. Y esto sirve para
no dejar de reflexionar que no somos los únicos incomprendidos que
sufrimos en cualquier roll como miembros
de una familia. Recordemos a Marie Jeanne cuando dice: “los hijos se
van, ¿y los padres?” De todas formas una
película para ver juntos todos los miembros de una familia. Al final habrá
peleas, pero también se aclararán muchas cosas. ¡Inténtelo! Y tal como lo
escuchamos en la película: “No dejarlo todo para mañana”.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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