Un militar retirado (De Niro) vive en una remota cabaña en
una inhóspita región de los montes Apalaches. De pronto recibe la visita de un
turista europeo (Travolta), que en realidad es un soldado serbio en busca de
venganza.
Con estas premisas, esta película es lo más malo que se ha
podido imaginar cualquier seguidor de Travolta o De Niro. Sin pies ni cabeza,
con un guión cargado de inverosimilitudes, muy pronto conocemos que no va a pasar nada. ¿Por qué actores de la talla
del casting deciden hacer este tipo de exabruptos?
Vaya usted a saber. Realmente lamentable que se llegue e este
nivel de estupidez. Todo se vuelve tan tópico, simplón y convencional.
Permítame un spoiler: La escena que verdaderamente me hizo llorar de
contrariedad es en la que el carro de De Niro se derrumba por una ladera
pavorosa, dando varias vueltas de campana y desmembrándose. De Niro sale del
auto descalabrado, pero es que el serbio (quien había quedado atrapado en la
parte más estropeada), sale completamente incólume y magníficamente listo a hostigar
con su juego a De Niro. ¡Por favor, no vea este filme!
Gonzalo Restrepo Sánchez
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