sábado, 27 de abril de 2013

IRON MAN 3



Tras la grata sorpresa que supusieron “Los Vengadores”, esta tercera parte de “Iron Man”, no decepciona y Tony Stark sigue en su  carismático roll a pesar de las jaquecas. Hay que reconocer que  Robert Downey Jr. (aunque no aporta nada nuevo) supo darle al personaje, sin convertirse en una caricatura de sí mismo, lo que sus seguidores en el planeta esperan: bonachón, inocente a veces y con ganas de servir a los demás.

En esta oportunidad, Iron Man debe enfrentarse a “El Mandarín”, el villano de turno que se las trae, y más de un round le gana a Tony Stark, a pesar de la archiconocida idea de que tarde o temprano, el bien triunfa sobre el mal. Y esto vale la pena decirlo, ya que el guión en ese contexto, si bien logra sus propósito, hay alguna que otra fisura que nos desprende un poco de acatar esa “realidad” del film.

Un ejemplo sería la idea de que cualquiera  (un terrorista) se pueda poner la armadura de War Machine, si se presume que la armadura tiene un sistema de codificación y no la puede utilizar cualquiera.

Con una cantidad de escenas de acción y algunas verdaderamente alucinantes, el film también es un ejercicio sobre los aportes técnicos al diseño visual. Ahora, no por ello, no debemos dejar de reconocer la destacable labor de los actores secundarios: Gwyneth Paltrow es una enorme actriz que sin esperar a ser rescatada por el héroe, da  a la historia otras opciones al respecto. De igual manera Guy Pearce, Rebecca Hall y un aplauso al papel del excelente Ben Kingsley.

Para concluir pues estamos ante una versión final del héroe, llena un poco más de reflejar sus interioridades, y sus ganas de ser un hombre normal y corriente, aunque siempre será Iron Man.

Gonzalo Restrepo Sánchez
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