viernes, 26 de abril de 2013

IL DIVO


El director de cine italiano Paolo Sorrentino, logra que el actor Tony Servillo se luzca en este trabajo actoral sobre la vida del político italiano Giulio Andreotti. Este fresco biográfico satírico a veces —cuando sobre el poder y la mafia, el político señala: “siempre me pronostican el final y ellos son los que están muertos”—, resulta también una tragedia para quienes estuvieron al lado de alguien como él, con mucho sentido del humor.

No olvidemos que el mismo político italiano sin vicios menores y con varios apodos —en esta biografía no autorizada—, es un convencido que “es necesario hacer el mal, para perpetuar el bien de ciudadanía”. Y es que si para él que considera la ironía como elemento de la vida, bien podríamos señalar que sus frases escuchadas en el filme: “Todo es política” o “En la guerra no se pueden escoger a los soldados”; no es otra cosa que ese ir y venir —o su relación— entre sus gobiernos, la religión y el poder.

Pero, es a la hora de la proyección cuando se escucha por parte de uno de los personajes de la historia, el tema la mafia y sus acciones, aunque no se señala a Giulio Andreotti para nada. Es la etapa llamada “El silencio de Badalamenti”. En este aspecto la película retrata de forma rápida —es decir tempo acelerado de la trama y del relato, como en casi toda la proyección—, para aproximarnos a los procesos judiciales, los intereses de la mafia y la “Cosa Nostra”.

Todos saben la historia de este personaje italiano, de quien las noticias europeas señalan que cuando vio la película se enfadó. Y es que, cuando vemos la escena en la que él está frente al periodista y este le apunta sin escrúpulos que si no le parecía mucha casualidad el suicidio —y protección en otros casos— de políticos; de la policía, la situación de la banca y algunos banqueros; Andreotti sereno respondió que no creía en la casualidad, si no en la voluntad de Dios.

Convencido el anciano político que “la soledad nunca es buena”, son algunos de sus monólogos interiores —bien visualizados a través de las imágenes y la música—, en los que reconoce “los horrores del poder para la tranquilidad del gobierno”. Es pertinente aclarar que este hombre que procedía del campo, se sentía más culto que estadista y reveló como secreto a un amigo, que siempre sintió pasión por la hermana de Vittorio (¡!). Sobre la culpa de 26 casos conocidos por la Fiscalía, Andreotti salió inocente 26 veces.

Gonzalo Restrepo Sánchez
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