domingo, 7 de octubre de 2012

Un difetto di famiglia

Me encontré al azar con este film del cineasta Alberto Simone, donde Nino Mandredi hace el papel de un homosexual, no para hablarnos de seres diferentes y que deben ser aceptados, sino de la unión de lazos familiares.

En este sentido, la historia a través de la narración omnisciente de una madre ya fallecida, nos involucra (en clave de comedia), que la vida es una sola, y que no hace falta echar culpas, pues, la culpa a veces la tiene un pasado que nunca se descubrió de cara a las familias (des)unidas.

Con un ritmo y tono que no cansa, la historia nos lleva de la mano a conclusiones nada casuísticas sobre lo que vale la pena realmente llevar en nuestros corazones, aunque para ello tengamos que hacer pública alguna confesión (me refiero a la escena final del film). Por lo demás, este es el cine italinao de siempre, lleno de situaciones de la vida común, que no siempre advocan al "Mito de Sísifo",del que hablara Camus.

Gonzalo Restrepo Sánchez