Con un sentimiento de melancolía, debo reconocer que me dejó este reciente y correcto film del colombiano Rodrigo García. Y para introducir “Albert Nodds”, me gustaría formular una pregunta, no sin antes señalar que el film es una historia que adaptada de una obra de teatro y que nos habla de una mujer que debe hacerse pasar por un hombre para poder trabajar en un hotel de lujo (su microcosmos).
La pregunta: ¿Qué hay de común entre la papisa Juana (“Pope Joan”) y este Albert Nodds? No es una mujer que finge ser un hombre que, a su vez, no finge nada. Es una mujer que busca en los laberintos de su ser más profundo quizá, no un escape, no una violación a las normas establecidas. Busca, dada las circunstancias: ser. Y es que el hombre en su más amplio sentido, es su circunstancia.
De todas formas un film que establece criterios opuestos en la cinefilia, a pesar de un buen guión y una Glenn Close que da una clase magistral de lo que es ser un actor. Film recomendado, para mentes que en vez de andar de vacaciones, tienen de pronto un rincón para interiorizar (en el mejor de los sentidos) sus secretos. No olvidemos que “desvelar un secreto es adulterio de la razón”.
