miércoles, 8 de junio de 2011

LOS PRÓXIMOS TRES DÍAS

Paul Hogan es de los autores que hay que conocer primero para ver un film con su firma, digo conocer en el sentido de las trampas (que no tramposo) sobre los elementos del argumento (en este caso del thriller) que generarán el interés y la expectativa sobre lo bueno y lo malo en las acciones de los personajes. El tercio final cumple las mayores expectativas y la reflexión final sobre lo que haríamos cuando se trata de salvar el amor entre (y para) gente inocente.

Russell Crowe es un padre de familia, casado con Laura (Elisabeth Banks) que caracteriza un héroe que siento me agrada pero que rechazo en algún momento de la historia. ¿Esto es bueno o malo? Pues con base en la fábula, lo inscribo así, pues parece que el profesor John Brennan corriera por un callejón sin salida. De todas formas para el gran público en general, asentirá que es un buen film, y que uno es el resultado de sus propias acciones con algo de buena suerte, cuando de buenas intenciones se trata: ser feliz con tu familia.



Y es que póngase usted a pensar cuántas cosas no haríamos por el objeto de nuestros deseos. Se agudiza nuestra mente, se sufre y anhela con pasión. En este sentido, hay que decir que Crowe cumple todas las expectativas y por momentos nos olvidamos que es actor.